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sábado, 27 de julio de 2019

Sakamura, Corrales y los muertos rientes


Tres extranjeros muertos en la Costa Brava; los tres "coloraos" como cangrejos y los tres con una inexplicable sonrisa en los labios... El caso parece claro para el cabo de la Guardia Civil Rafael Corrales: tiene que haber sido cosa de las medusas, cuyo veneno no afecta a los nacionales porque "tenemos mejor piel". Pero el inspector Sakamura, venerable maestro zen japonés enviado por la Interpol, sospecha que hay mucho más que eso, y probablemente está en lo cierto: sólo así se explica que el President de la Generalitat, entre accesos de aerofagia, intente por todos los medios estorbar la investigación de la delirante pareja formada por Sakamura y Corrales, para lo cual solicita los carísimos servicios de la sensual Agente 69 y sus portentosas armas eróticas. Entretanto, Paquito, el Presidente del Gobierno Central de Madrid, sospecha que "algo huele a podrido en Cataluña", el orondo Lehendakari Satrústegui lo sabe pero se hace el tonto, y la intrépida acción de un komando de Innombrables abertzales desencadena tal emergencia nacional que incluso la galopante crisis económica que sufre el país queda relegada a un segundo plano. Es entonces cuando los miembros del gobierno pierden su sosegado talante socialista y se ven abocados a solicitar el amparo de la biliosa Reina Eusebia I de España, que rige los destinos de la nación desde que el Príncipe don Felipe, harto de las burlas de los republicanos, "abdicó para hacerse cantautor acompañado a la bandurria por su esposa Leticia". Sin embargo, en lo que sin duda es algo más que un relato humorístico, solo el inspector Sakamura, el cabo Corrales y la Agente 69 han seguido la pista correcta y pueden devolver la paz a la convulsa "España inexistente".

"Novela de Pablo Tusset, con un estilo irreverente y desbordante de humor, en la que nos presentan al inspector Corrales y al peculiar inspector japonés Sakamura, quienes deben investigar un asesinato que en principio parece inverosímil, pero que termina por convertirse en una excusa para desatar situaciones absurdas y giros disparatados.
Es una novela ligera que fluye de manera ágil con un ritmo que te invita a seguir leyendo casi sin esfuerzo. Los personajes, aunque caricaturescos y estereotipados aportan toques cómicos, lo que hace que la lectura se amena, para pasar el rato... sin más, ya que de la misma manera que se lee fácil, se olvida igualmente.
Esta ligereza, que hace que sea una novela de consumo rápido también es su principal debilidad, lo que se convierte en un libro ideal para quienes busquen pasar un buen rato sin pretensiones".

2009







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