Los dioses guardianes

Hace treinta y tres siglos reinaba en Egipto el faraón Akenatón que, entre otras medidas revolucionarias, había sustituido la vieja religión por una monoteísta, lo que había perjudicado a los sacerdotes, y trasladado la capital Tebas a Tell el-Amarna. A su muerte, toda su obra desapareció. Incluso sus restos fueron enterrados por los sacerdotes de la antigua religión, de nuevo en el poder, en un lugar desconocido.

En la California actual, el egiptólogo Mark Davison lee el diario de una expedición a la zona de Amarna que acabó de forma desastrosa al morir todos sus componentes. Una muerte que, de un modo u otro, parece relacionada con una maldición que pesa sobre quienes violen determinada tumba, la tumba de alguien sin nombre.

"En Los dioses guardianes, Barbara Wood nos muestra su habilidad para mezclar historias personales con elementos históricos, transportándote a un viaje a través del tiempo y diferentes culturas.

Ambientada en un mundo lleno de misterio y espiritualidad, la novela se centra en personajes que movidos por sus pasiones y creencias, se enfrentan a desafíos que van más allá de su control. A través de un relato hábilmente tejido, wood nos invita a explorar las interacciones entre el pasado y el presente, la fe y la ciencia, la lealtad y la traición.

Como es costumbre en sus novelas, Barbara Wood nos ofrece una historia entretenida que resulta perfecta para disfrutar y perderse en diferentes épocas y tierras lejanas. La novela destaca por su capacidad para sumergirte en escenarios donde los detalles históricos y culturales están cuidadosamente investigados que enriquecen la narrativa. Con Los dioses guardianes, Wood vuelve a demostrar porque es una maestra del género, logrando un equilibrio entre la emoción personal de sus personajes y el trasfondo histórico que rodea la trama.

El ritmo ágil y los giros inesperados en la historia mantienen el interés de principio a fin, consiguiendo que te veas envuelta en las vidas y los destinos de los protagonistas. Esta novela no es solo una puerta a otro mundo, sino también una reflexión sobre la naturaleza humana y las creencias que nos guían".

1981