John Kennedy Toole nació el 17 de diciembre de 1937 en Nueva Orleans (Luisiana, Estados Unidos). Tuvo una infancia muy protegida por su madre, la cual no le dejaba jugar con otros niños. Fue un magnifico estudiante y tras graduarse en la Universidad Tulane, realizó un graduado superior en lengua inglesa en la Universidad de Columbia y luego pasó un año como profesor asistente de inglés en la Universidad del Suroeste de Luisiana. Después se trasladó a Nueva York para trabajar como profesor en el Colegio Hunter. También dedicó algún tiempo a intentar sacarse un doctorado en Columbia, pero no lo acabó porque tuvo que acudir a filas en el Ejército de los Estados Unidos en 1961, donde sirvió dos años en Puerto Rico enseñando inglés a los reclutas hispano-hablantes en Fort Buchanan.
Después de este tiempo en el ejército, Toole regresó a Nueva Orleans para vivir con sus padres y comenzar a enseñar en el Dominican College. Después de que se graduara con honores en la Universidad Tulane, trabajó brevemente en una fábrica de ropa masculina.
Después de escribir su novela La conjura de los necios, de enviar el manuscrito a la editorial Simon & Schuster y que estos se lo rechazaran, Toole descorazonado, comenzó a emborracharse y a descuidar sus actividades profesionales, dejó de enseñar en Tulane y se hundió en una profunda depresión que lo llevó a sentirse un absoluto fracasado, suicidándose el 26 de marzo de 1969.
Después de la muerte de Toole, su madre llevó el manuscrito al escritor Walter Percy y le insistió en que lo leyese, quedándo el autor muy impresionado por la novela y consiguió que se publicase, escribiendo él el prólogo.
Toole y su novela, recibieron póstumamente el Premio Pulitzer de ficción y el Premio a la mejor novela extranjera en Francia.
Premios
Premio Pulitzer de ficción 1981
Premio a la mejor novela extranjera (Francia) 1981
Libros leídos:
- La conjura de los necios (1980)*
Premio Pulitzer y Premio a la mejor novela extranjera en Francia.

"Una historia que te hará pasar momentos divertidos con su mordacidad, con unos personajes tan absurdos que, quizás por ello, resultan totalmente creíbles. Pese a estar considerado por algunas personas como una genialidad, tan pronto lo lees se olvida. Cierto que disfrutas de los absurdo de las situaciones narradas, pero también lo es que a mi no me ha llegado a dejar una huella en la biblioteca de mi memoria".
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