David Rodríguez Trueba es el menor de ocho hermanos, que nació en Madrid el 10 de septiembre de 1969. Uno de sus hermanos es el director de cine, ganador del Óscar, Fernando Trueba. Tras su paso por el colegio religioso de los salesianos ingresó en la facultad de Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid. Mientras cursaba sus estudios trabajó en cortometrajes y escribió el guion de la película Amo tu cama rica que dirigió Emilio Martínez Lázaro. Al terminar sus estudios completó su formación en Estados Unidos, donde realizó un curso en el American Film Institute.
Antes de su viaje a Estados Unidos en 1992, ejerció como letrista para cantantes de la talla de Rosa León y Andrés Calamaro, periodista para El País y El Mundo y guionista en televisión.
Después de ejercer con éxito como guionista cinematográfico, da el salto a la dirección, llegando a estar nominado a los Premios Goya como Mejor Director Novel y al Mejor Guión original.
En 2004 acepta el cargo de vicepresidente de la Academia de Cine Española, cargo que ejerció durante tres años.
Sin dejar en ningún momento el mundo del cine y su dirección, dedica también su tiempo a otra de sus aficiones... la literatura, y el periodismo, donde escribe periódicamente en El País y en la revista Dominical que se entrega con distintos diarios españoles.
PÁGINA OFICIAL DE DAVID TRUEBA |
Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos
Goya al Mejor Guión original 2014 a la Mejor Dirección
Goya al Mejor Guión Original 2014 al Mejor Guión original
Goya al Mejor Guión Original 2014 a la Mejor Película
Premio Feroz 2014 a la Mejor Dirección
Premio Feroz 2014 al Mejor Guión
Premio del Festival de Málaga al Mejor Director
Premio Nacional de la Crítica 2008
Premio Los Libreros Opinan 2018 otorgado por los libreros españoles
Premio Platino 2014
Premio de la Crítica de Madrid
El río baja sucio (2019)
Las vacaciones de Semana Santa de Tom y Martín suelen ser bastante predecibles. En la sierra, con sus familias, los amigos, las bicis, el río, la naturaleza... Nada demasiado memorable salvo el reencuentro, que les permite disfrutar de la amistad que los une desde que eran pequeños. Sin embargo, ahora, con casi catorce años, en lo que parece que van a ser sus últimas vacaciones juntos, el destino les tiene reservado algo que cambiará para siempre su percepción del mundo. Primero conocerán al enigmático hombre que vive en la casa llamada Los Rosales, después, a su hija Danae. Y la llegada de ambos provocará una sacudida en la vida de los dos amigos que los precipitará hacia una tensión desconocida y les mostrará que uno se hace mayor cuando pierde la inocencia. Y de esta forma, mientras los adultos cargan con un pasado doloroso que vuelve a ellos con intensidad, los jóvenes comenzarán a fabricar su vida y su futuro.
"Una novela sencilla, fácil de leer, entretenida y con un poso melancólico, que aunque aparentemente parezca más dirigida a un público juvenil, yo soy de la opinión que la literatura es apta para todo, da igual tu edad, lo que importa es el momento en el que te encuentres y eso hará que una novela te llegue más o menos intensamente. Estoy convencida que bajo esta sencillez con la que está narrada esta historia, puede llegar a sorprender a quienes se acerquen a ella, porque en esas pequeñas historias se esconde un trasfondo más profundo, como es este caso. Aunque no sea la novela del año, ni mucho menos, es una novela que se deja leer, y que, si no has leído nada más de Trueba, te incita a querer conocer más de su obra literaria, como me ha pasado a mi y que sin duda alguna haré".
"Una novela sencilla, fácil de leer, entretenida y con un poso melancólico, que aunque aparentemente parezca más dirigida a un público juvenil, yo soy de la opinión que la literatura es apta para todo, da igual tu edad, lo que importa es el momento en el que te encuentres y eso hará que una novela te llegue más o menos intensamente. Estoy convencida que bajo esta sencillez con la que está narrada esta historia, puede llegar a sorprender a quienes se acerquen a ella, porque en esas pequeñas historias se esconde un trasfondo más profundo, como es este caso. Aunque no sea la novela del año, ni mucho menos, es una novela que se deja leer, y que, si no has leído nada más de Trueba, te incita a querer conocer más de su obra literaria, como me ha pasado a mi y que sin duda alguna haré".
Abierto toda la noche (1995)
Crónica de una educación sentimental, las personas que habitan este libro sólo escuchan la voz de su corazón, mientras que la razón guarda un impasible silencio. Y así, el lector seguirá a los Belitre en una situación imparable de situaciones de comedia y melodrama, con Matías, un niño de doce años que sufre una misteriosa enfermedad mental, un abuelo que en medio de la demencia senil se entrega en cuerpo y alma a la poesía y la religión, y hasta una pareja de desamparados testigos de Jehová que encontrará su casa en la ternura de los Belitre.
Cuatro amigos (1999)
Detrás del desmadrado viaje de vacaciones de cuatro amigos veinteañeros, se esconde una historia de amor. El protagonista se sumerge en la juerga continua de sus inseparables compañeros tratando de huir del recuerdo de Bárbara, pero cada paso le acerca más a ella. La exaltación de la libertad, de la adolescencia eterna, no evita recordarles que todo se acaba, que tras las carcajadas asoman las frustraciones.
Saber perder (2008)
Premio Nacional de la Crítica
Finalista del Premio Médicis
Sylvia cumple dieciséis años el día en que comienza esta novela. Para celebrarlo organiza una falsa fiesta que solo tiene un invitado. Horas después sufrirá un accidente que significará su entrada en la vida adulta. Su padre, Lorenzo, es un hombre separado que trata de tapar los agujeros que el fracaso laboral han causado en su rutina. Ariel Burano es un joven jugador de fútbol que deja Buenos Aires para fichar por un equipo español. La caja de los triunfos no parece difícil de abrir para una superdotada pierna izquierda y será cuestión de tiempo que el estadio coree su nombre. El anciano Leandro, en cambio, es precisamente tiempo lo que no tiene. Estos son los cuatro personajes principales de esta novela. Con la relaciones entre ellos se trenza un relato de supervivientes.
Blitz (2015)
Beto, es un joven arquitecto paisajista que llega a las costas de Múnich en medio de un naufragio vital y sentimental. Invitado a participar en un concurso que podría solucionar sus perspectivas de futuro, ha llegado acompañado por su novia. Pero, casi al instante, su estancia en Alemania se convertirá en una comedia humana. Bajo el destello de un relámpago, que es exactamente lo que significa la palabra blitz, tendrá que afrontar un cambio de vida y de ideales.
Tierra de campos (2017)
Con el objetivo de enterrar a su padre en el pueblo donde nació, Daniel emprende un viaje en un vehículo muy particular, un coche fúnebre, conducido por un chófer ecuatoriano, pintoresco y charlatán, de la mejor estirpe cómica. ¿Quién es de verdad Dani Mosca? Quizá, como sostiene él mismo, es sólo un tipo que hace canciones, sobre todo canciones de amor. Pero es también el niño que creció en un barrio humilde, que encontró la amistad más profunda de esa manera accidental en que uno encuentra las grandes cosas de la vida, que viajó y disfrutó de su oficio en la música hasta que la tríada clásica de los excesos (sexo, drogas y rock and roll) desintegró el grupo que había formado con sus amigos del alma y cuya vida se sostuvo en un equilibrio precario pero resistente entre el deseo y la realidad. Ésta es una novela que a ratos se lee como una canción. Contiene la visión personal de unos tiempos y unos lugares en los que Dani Mosca se construyó una identidad propia a fuerza de ideales y sueños, y también de algunos autoengaños y mentiras.
Artículos de ocasión (1998)
Desoyendo los consejos de sus abogados, las recomendaciones de su callista y los avisos del Papa, David Trueba no sólo ha recuperado los artículos que publicó en La Revista de El Mundo en 1997, sino que ha escrito algunas piezas nuevas.
Diálogos de Salamina: un paseo por el cine y la literatura (2003)
Co-escrito junto a Javier Cercas
Un libro insólito aunque sólo sea porque, por algún extraño motivo, es la primera vez que se publica, al menos en castellano, un libro de conversaciones entre el autor de una novela y el director que la ha adaptado. Tal vez las razones de esta singularidad se deban a la pura casualidad o, por qué no, al hecho de que no sea muy normal que coincidan tantos estímulos excepcionales alrededor de una misma obra que se expresa en lenguajes tan distintos como el cinematográfico y el literario. No es muy normal que la vida de un escritor se vea tan confundida con su propia creación y que en esta creación convivan, en una ambigüedad arrebatadora, el ensayo y la investigación periodística, el pasado y el presente o la realidad y la ficción. No es muy normal que un director de cine se sienta atrapado de esa manera por un material sólo en un principio literario y se obsesione en prolongar en su película la emoción y las infinitas sugerencias de una historia irresistible. Y no es muy normal que entre un novelista y el cineasta que ha osado poner sus manos sobre su obra se deslice tal grado de afinidad, admiración mutua y reconfortante complicidad.
Érase una vez: Antología de artículos (2013)
Antología de las mejores columnas de David Trueba.
Vivir es fácil con los ojos cerrados (Cuaderno de rodaje y guión) (2013)
Mueren las luces y otra vida se enciende. ¿Qué hay en ese lienzo tan repentinamente activo? Según se mire: una figuras ficticias, una vulgar radiación o, para los líricos, la materia con que se tejen los sueños. Ésa es la materia de esta obra: un sueño de carne y hueso. Aquí hallaremos la aproximación más física a la entrañas del oficio cinematográfico. También a quienes lo ejercen: los célebres, los anónimos, los artistas, los artesanos, los iluminados o los eclipsados pro los focos.
La tiranía sin tiranos (2018)
Nunca el mundo ha experimentado tantos avances, nunca ha habido tanta esperanza de vida, solidaridad y ternura. Si nos sorprende el abandono que afecta a una parte de la población lo achacamos al tamaño ingestionable del planeta. Pero incluso las existencias más acomodadas se deterioran entre muestras de un individualismo creciente. Este libro se interroga sobre cuánto de todo esto responde a la inercia de los tiempos y cuánto satisface un diseño de negocio ajeno al interés colectivo.
El siglo XXI cumple 18 (2018)
Una recopilación de artículos con la que David Trueba pasa revista a los primeros dieciocho años de nuestro siglo.
Ganarse la vida (2020)
Crónica de una educación sentimental, las personas que habitan este libro sólo escuchan la voz de su corazón, mientras que la razón guarda un impasible silencio. Y así, el lector seguirá a los Belitre en una situación imparable de situaciones de comedia y melodrama, con Matías, un niño de doce años que sufre una misteriosa enfermedad mental, un abuelo que en medio de la demencia senil se entrega en cuerpo y alma a la poesía y la religión, y hasta una pareja de desamparados testigos de Jehová que encontrará su casa en la ternura de los Belitre.
Cuatro amigos (1999)
Detrás del desmadrado viaje de vacaciones de cuatro amigos veinteañeros, se esconde una historia de amor. El protagonista se sumerge en la juerga continua de sus inseparables compañeros tratando de huir del recuerdo de Bárbara, pero cada paso le acerca más a ella. La exaltación de la libertad, de la adolescencia eterna, no evita recordarles que todo se acaba, que tras las carcajadas asoman las frustraciones.
Saber perder (2008)
Premio Nacional de la Crítica
Finalista del Premio Médicis
Sylvia cumple dieciséis años el día en que comienza esta novela. Para celebrarlo organiza una falsa fiesta que solo tiene un invitado. Horas después sufrirá un accidente que significará su entrada en la vida adulta. Su padre, Lorenzo, es un hombre separado que trata de tapar los agujeros que el fracaso laboral han causado en su rutina. Ariel Burano es un joven jugador de fútbol que deja Buenos Aires para fichar por un equipo español. La caja de los triunfos no parece difícil de abrir para una superdotada pierna izquierda y será cuestión de tiempo que el estadio coree su nombre. El anciano Leandro, en cambio, es precisamente tiempo lo que no tiene. Estos son los cuatro personajes principales de esta novela. Con la relaciones entre ellos se trenza un relato de supervivientes.
Blitz (2015)
Beto, es un joven arquitecto paisajista que llega a las costas de Múnich en medio de un naufragio vital y sentimental. Invitado a participar en un concurso que podría solucionar sus perspectivas de futuro, ha llegado acompañado por su novia. Pero, casi al instante, su estancia en Alemania se convertirá en una comedia humana. Bajo el destello de un relámpago, que es exactamente lo que significa la palabra blitz, tendrá que afrontar un cambio de vida y de ideales.
Tierra de campos (2017)
Con el objetivo de enterrar a su padre en el pueblo donde nació, Daniel emprende un viaje en un vehículo muy particular, un coche fúnebre, conducido por un chófer ecuatoriano, pintoresco y charlatán, de la mejor estirpe cómica. ¿Quién es de verdad Dani Mosca? Quizá, como sostiene él mismo, es sólo un tipo que hace canciones, sobre todo canciones de amor. Pero es también el niño que creció en un barrio humilde, que encontró la amistad más profunda de esa manera accidental en que uno encuentra las grandes cosas de la vida, que viajó y disfrutó de su oficio en la música hasta que la tríada clásica de los excesos (sexo, drogas y rock and roll) desintegró el grupo que había formado con sus amigos del alma y cuya vida se sostuvo en un equilibrio precario pero resistente entre el deseo y la realidad. Ésta es una novela que a ratos se lee como una canción. Contiene la visión personal de unos tiempos y unos lugares en los que Dani Mosca se construyó una identidad propia a fuerza de ideales y sueños, y también de algunos autoengaños y mentiras.
Artículos de ocasión (1998)
Desoyendo los consejos de sus abogados, las recomendaciones de su callista y los avisos del Papa, David Trueba no sólo ha recuperado los artículos que publicó en La Revista de El Mundo en 1997, sino que ha escrito algunas piezas nuevas.
Diálogos de Salamina: un paseo por el cine y la literatura (2003)
Co-escrito junto a Javier Cercas
Un libro insólito aunque sólo sea porque, por algún extraño motivo, es la primera vez que se publica, al menos en castellano, un libro de conversaciones entre el autor de una novela y el director que la ha adaptado. Tal vez las razones de esta singularidad se deban a la pura casualidad o, por qué no, al hecho de que no sea muy normal que coincidan tantos estímulos excepcionales alrededor de una misma obra que se expresa en lenguajes tan distintos como el cinematográfico y el literario. No es muy normal que la vida de un escritor se vea tan confundida con su propia creación y que en esta creación convivan, en una ambigüedad arrebatadora, el ensayo y la investigación periodística, el pasado y el presente o la realidad y la ficción. No es muy normal que un director de cine se sienta atrapado de esa manera por un material sólo en un principio literario y se obsesione en prolongar en su película la emoción y las infinitas sugerencias de una historia irresistible. Y no es muy normal que entre un novelista y el cineasta que ha osado poner sus manos sobre su obra se deslice tal grado de afinidad, admiración mutua y reconfortante complicidad.
Érase una vez: Antología de artículos (2013)
Antología de las mejores columnas de David Trueba.
Vivir es fácil con los ojos cerrados (Cuaderno de rodaje y guión) (2013)
Mueren las luces y otra vida se enciende. ¿Qué hay en ese lienzo tan repentinamente activo? Según se mire: una figuras ficticias, una vulgar radiación o, para los líricos, la materia con que se tejen los sueños. Ésa es la materia de esta obra: un sueño de carne y hueso. Aquí hallaremos la aproximación más física a la entrañas del oficio cinematográfico. También a quienes lo ejercen: los célebres, los anónimos, los artistas, los artesanos, los iluminados o los eclipsados pro los focos.
La tiranía sin tiranos (2018)
Nunca el mundo ha experimentado tantos avances, nunca ha habido tanta esperanza de vida, solidaridad y ternura. Si nos sorprende el abandono que afecta a una parte de la población lo achacamos al tamaño ingestionable del planeta. Pero incluso las existencias más acomodadas se deterioran entre muestras de un individualismo creciente. Este libro se interroga sobre cuánto de todo esto responde a la inercia de los tiempos y cuánto satisface un diseño de negocio ajeno al interés colectivo.
El siglo XXI cumple 18 (2018)
Una recopilación de artículos con la que David Trueba pasa revista a los primeros dieciocho años de nuestro siglo.
Ganarse la vida (2020)
David Trueba evoca episodios de su infancia y adolescencia, a modo de retrato de la forja de un escritor, a los veinticinco años de la publicación de su debut Abierto toda la noche. Así, el lector tiene en sus manos la hermosa crónica de una educación emocional y profesional. La familia numerosa, el piso superpoblado, los días sin colegio, las primeras lecturas y películas, los primeros mitos, la catequesis fallida, la irrupción de la carne. Trueba captura una forma de aprender a estar en el mundo al mismo tiempo que muestra el tránsito entre jugar a escribir y vivir de escribir.
Queridos niños (2021)
Esta es una novela divertida como una sobremesa con amigos, pero contundente como un gancho al hígado. Algo de esa contradicción contiene su protagonista, Basilio, al que sus enemigos apodan el Hipopótamo. Un mote que a él, con sus 119 kilos de peso, le provoca regocijo: puede que aspire a la callada quietud de ese animal, que sabe esperar su ocasión, pero también le atrae su naturaleza feroz, su instinto agresivo, su inteligencia criminal. Así que cuando le ofrecen abandonar por unas semanas su retiro plácido para acompañar a Amelia Tomás, una candidata a presidenta, en su gira electoral, la bestia que lleva dentro se despereza y actúa.
A lo largo de un periplo que lo llevará a recorrer toda clase de ciudades y pueblos de España, su misión será cargar los discursos de la candidata de dinamita, rociar con gasolina dialéctica a sus rivales y prenderle fuego a todo a su paso. Y es que en este juego competir es lo de menos: lo único aceptable es ganar. Ganar, ganar y ganar.
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