Charles Lutwidge Dodgson, conocido popularmente como Lewis Carroll, nació en Daresbury (Chesire, Reino Unido) el 27 de enero de 1832.
Charles nació en la pequeña parroquia de Daresbury y fue el tercero de los hijos del matrimonio Dodgson, y el primer varón. Después tendrían ocho hijos más. Cuando Charles tenía once años, su padre fue nombrado párroco de la localidad de Croft-on-Tees, en North Yorkshire, y toda la familia se trasladó a la espaciosa rectoría que sería la morada familiar durante los siguientes 25 años.
El joven Charles inició su educación en su propia casa, siendo un precoz lector. Sufrió de tartamudeo que le perjudicó en sus relaciones sociales durante toda su vida. También padeció una sordera en el oído derecho a consecuencia de una enfermedad. A los doce años fue enviado a una escuela privada en las afueras de Richmond, donde se integró bien, pero en 1845, fue trasladado a Rugby School, donde se sintió infeliz.
Abandonó Rugby a finales de 1850 y en enero de 1851 se trasladó a la Universidad de Oxford, donde ingresó en el antiguo college de su padre, Christ Church. Llevaba sólo dos días en Oxford cuando tuvo que regresar a su casa porque su madre había fallecido.
En Oxford se le diagnosticó epilepsia, lo cual por entonces constituia un estigma social considerable.
En 1856, Charles descubrió una nueva forma de arte, la fotografía.
Charles alcanzó pronto la excelencia en este arte. A través de la fotografía, trató de combinar los ideales de libertad y belleza con la inocencia edénica, donde el cuerpo humano y el contacto humano podían ser disfrutados sin sentimiento de culpa. Esto, junto con su pasión por el teatro, que le acompañó durante toda su vida, habría de traerle problemas con la moral victoriana e incluso con los principios anglicanos de su propia familia.
Casi la mitad de su obra conservada está dedicada a retratar niñas y algunas de esas fotografías son desnudos. Las fotografías y esbozos de desnudos que Charles realizaba, alentaron la suposición de que tenía tendencias pedófilas.
La fotografía le fue también útil como entrada en círculos sociales elevados. Cuando logró tener un estudio propio, hizo retratos de personajes relevantes de la época. Cultivó también el paisaje y el estudio anatómico.
Dodgson abandonó repentinamente la fotografía en 1880. Después de 24 años, dominando completamente el medio y disponiendo un estudio propio, había creado unas 3.000 imágenes. Menos de 1.000 han sobrevivido al tiempo y a la destrucción intencionada.
En la actualidad es considerado uno de los fotógrafos victorianos más importantes.
Empezó a dedicarse a la escritura, escribiendo poesía y cuentos, que envió a varias revistas y que le reportaron un discreto éxito. La mayor parte de estos escritos son humorísticos y en ocasiones satíricos.
En 1856 publicó su primera obra con el seudónimo que le haría famoso, Lewis Carroll.
Ese mismo año, un nuevo deán, llegó a Christ Church, trayendo con el a su esposa y sus tres hijas: Lorina, Alice y Edith, con quienes entablo una gran amistad.
Realizaba con ellas excursiones, y fue en una de estas, cuando Charles inventó el argumento de la historia que más tarde llegaría a ser su primer y más grande éxito comercial. Este cuento lo plasmó en un manuscrito, que tres años más tarde y movido por el gran interés que había despertado entre su círculo más cercano, llevó el libro a un editor, a quien le gustó de inmediato. Tras barajar distintos títulos, se quedó finalmente con el de Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, el cual firmo también con el nombre de Lewis Carroll.
El éxito del libro, llevó al autor a escribir y publicar una segunda parte.
También publicó con su verdadero nombre muchos artículos y libros de tema matemático: geometría, la cuadratura del círculo, el cifrado de mensajes, álgebra, aritmética electoral y votaciones, así como sobre lógica.
La mayoría de los historiadores, consideran probable que el autor utilizase de vez en cuando láudano, un analgésico de consumo bastante común en la época, que lo ayudaría con el dolor de su artritis.
Falleció de una neumonía el 14 de enero de 1898 en Guildford (Surrey, Reino Unido).
Libros leídos
Alicia en el país de las maravillas (1865)*
Un día aburrido, como tantos otros, Alicia se duerme y de este modo entra en el País de las maravillas de la mano del Conejo Blanco. Allí conocerá a la Falsa Tortuga, la Reina de Corazones, el Gato de Chesire, la Duquesa, el Sombrerero Loco o la Liebre de Marzo, entre muchos otros personajes fantásticos con los que vivirá aventuras de lo más variopintas.
"No hay duda que la imaginación de Carroll es exageradamente amplia y que la historia es un sinfín de aventuras muy bien narradas y fáciles de leer, pero a mi personalmente no me ha llegado ni me ha atrapado en ningún momento".
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