Jon Sistiaga Escudero nació el 2 de abril de 1967 en Irún (Gipuzkoa, Euskadi). Licenciado en Periodismo y doctorado en Relaciones Internacionales por la Universidad del País Vasco, ha realzado reportajes en lugares como Ruanda, Irlanda del Norte, Colombia, Próximo Oriente, Kosovo, Afganistán, Tailandia, Honduras, Mali, Tanzania, Estados Unidos, Ucrania, México, Corea del Norte, Guinea Ecuatorial y Argentina. El 2 de abril de 1999, Sistiaga y el cámara de Telecinco, Bernabé Domínguez fueron detenidos por las tropas serbias cuando se encontraban en la frontera entre Kosovo y la República de Macedonia filmando la llegada de un tren cargado de refugiados, siendo liberados ambos cinco días más tarde. Sistiaga y el cámara José Couso relataron el inicio de la Guerra de Irak como reporteros de Telecinco. Allí, Sistiaga vivió toda la fase de bombardeos y la caída de Sadam Husein, durante el cual, tras un ataque de las fuerzas norteamericanas contra el hotel donde se hospedaban periodistas de distintos medios de comunicación internacionales acabó con la vida de su amigo y compañero José Couso.
Premio Ondas 2012 a la Mejor Cobertura Informativa
Premio Ortega y Gasset 2003 de Periodismo
Purgatorio (2022)
Hace treinta y cinco años, Imanol Azkarate fue secuestrado y ejecutado, pero sus dos asesinos nunca fueron detenidos ni identificados. Uno de ellos, Josu Etxebeste, conocido restaurador guipuzcoano, guardó todas las cartas y dibujos que hizo el secuestrado durante el cautiverio. Ahora, ha decidido confesar su crimen y dar todo ese material a Alasne, la hija de la víctima, y entregarse al comisario Ignacio Sánchez, el policía que investigó el secuestro. Sin embargo, Josu sólo confesará si Sánchez reconoce a su vez que fue un despiadado torturador. Mientras pugnan por conciliar su pasado armado con un presente sin rencor ni violencia, los resorte durmientes de la Organización se movilizan. Antiguos militantes que, como Extebeste, nunca fueron detenidos y que no tienen ninguna intención de confesar y cambiar sus cómodas vidas en la Euskadi del posconflicto tratarán de detener ese acercamiento por todos los medios posibles.
"Siempre he seguido a Jon Sistiaga como periodista pero no lo había conocido en su faceta literaria, aunque bien es cierto, que aunque haya hecho sus pinitos en la literatura, esta es su primera novela y los estilos al fin y al cabo, son deferentes.
Para ser su primera novela está muy bien escrita, con un estilo muy dinámico y algo que identificas entre las líneas de cada una de sus páginas... la honestidad y la verdad con la que Sistiaga nos narra cualquier historia.
El libro te atrapa desde la primera página e irremediablemente te ves atrapada en una historia de personas, de vidas, de emociones y sentimientos encontrados, de las que quieres saber más y más, aunque bien es cierto, que el final se desinfla un poco y por mi parte hubiese esperado otro cierre, menos esperado y más justo y emocional.
Sin duda, merece la pena leerlo, sumergirse entre las diferentes emociones y sentimientos de cada uno de sus personajes, reflexionar sobre lo que vivimos, lo que aceptamos, lo que callamos, lo que se nos oculto, lo que se nos sigue ocultando y disfrutar del talento de un escritor que promete y mucho".
Ninguna guerra se parece a otra (2004)
Testigo de la guerra de Irak, Jon Sistiaga relata su experiencia, incidiendo especialmente en la crónica de la muerte de su compañero y amigo José Couso, a quien asistió hasta el último momento. Con pulso ágil, espíritu sincero y voluntad de independencia, Sistiaga profundiza en la peculiaridad de la guerra irakí, en la vida cotidiana de sus habitantes y en el influjo que sobre ello sigue ejerciendo la dictadura de Sadam, al tiempo que desmitifica el oficio de periodista de guerra. La muerte de Couso ocupa un lugar central en el libro, y desde él nos cuenta con emotividad y precisión la secuencia de hechos, el traslado, la hospitalización, el fatal desenlace y la reacción de las autoridades españolas de un asesinato que aún no se ha esclarecido.
José Couso: la mirada incomoda (2004)
VVAA
Los familiares, amigos y compañeros de José Couso han desarrollado una lucha incansable en busca de la verdad y la justicia desde que el 8 de abril de 2003 José fuera asesinado por el ejército estadounidense. En esa lucha se han enfrentado tanto al gobierno de Estados Unidos como al gobierno español de Aznar, al primero por ser directamente responsable del disparo asesino, al segundo por no haber cumplido con su obligación de investigar los hechos y pedir una explicación. En el marco de esa lucha se han celebrado 23 concentraciones frente a la embajada de EEUU en Madrid y 45 frente a la sede del PP, actos, charlas, homenajes... y también la edición de este libro que pretende ser un homenaje y también una herramienta de denuncia.